Habitualmente me levanto temprano. Con
los ojos aún pegados y la rémora de un sueño perezoso que se resiste a
abandonarme del todo. Me encamino casi mecánicamente en dirección a la terraza,
para admirar entre bostezos el fastuoso espectáculo de ver emerger un sol
anaranjado desde detrás de las aguas del, generalmente, tranquilo Mediterráneo.
Cuando la inmensa bola amarilla que
corona el horizonte ha crecido considerablemente y exhibe su bella y luminosa
circunferencia casi en su totalidad, mi mente, hasta entonces como ebria...
adormilada, ya ha conseguido la conciencia total. Es entonces mi momento de
reflexión.
No me ocurre a diario... cuando llevo la
rutina de un día laborable pegada a mis talones, atropellándome, y empujándome
a cumplir los horarios establecidos en los que todo está calculado al minuto,
es muy poco lo que tengo que decirme, porque de inmediato, como un velo, se
despliegan ante mis ojos los quehaceres del día venidero, y mis deberes se
abanderan como el único motivo que ha de ocupar mi recién levantado entender.
Sin embargo hoy se trata de un festivo,
y mis planes han de desarrollarse bien entrado el mediodía, no antes, y eso
provoca en mí un vacío en el alma de mis neuronas, acostumbradas al estrés
cotidiano, que en esta ocasión provocan que mis entendederas empiecen a darle
vueltas a cuestiones, que aunque sé que me vienen grandes, y la cobardía me
invita a sacármelas de la cabeza, no tengo más remedio que afrontar, ya que no
me asaltan motivos más veniales que me inciten a olvidarlas.
Son siempre pocas las preguntas que me
aterran, sin embargo cuando me asaltan acabo pasando un mal rato y con
respuestas confusas e inconclusas.
¿Quién soy dentro de esta vida que me ha
tocado vivir?
¿Hago lo que quiero con mi vida o lo que
debo?
Ciertamente y muy a mi pesar me
contesto... hago siempre lo que debo. Eso ya me pesa mucho, porque dicha
respuesta me hace ver que no soy quien quiero ser... que mi vida se ha ido
construyendo a partir de retazos de circunstancias... me debo a un trabajo que
en realidad no me apasiona... me relaciono de manera hipócrita con algunas
personas que detesto para ser socialmente correcto... digo que sí cuando creo
firmemente en un no, y a la inversa.
Ya se me está nublando ese hermoso
amanecer... pero viene la tercera... como suele decirse, en la frente.
¿Qué debo cambiar para poder hacer lo
que quiero con mi vida?
Ya todo son nubarrones y tormenta
incipiente... porque precisa de demasiada valentía, voluntad, y sacrificio
respondérmela... contestarla es un compromiso que muy pocos están preparados
para asumir.
Entonces es cuando me digo: - La
vida es muy corta... no he de pensar tanto.
Y en ese momento es cuando debería
decirme: - La vida es muy corta... no he de permitir que nadie ni nada la viva
por mí; y a partir de ahí… después de esa reflexión… un día, de repente, comenzar
a vivir.
dezabaleta dijo
Gran reflexión...¿Qué debo cambiar para poder hacer lo
que quiero con mi vida?...que desgraciadamente, la dinámica atropellada de
nuestro día a día no nos permite plantearnos !
Un cordial saludo
Mark de Zabaleta
Mark de Zabaleta
auroraaguado64 dijo
Grandes reflexiones las que te haces pero
lamentablemente este mundo egocéntrico en el que vivimos no nos deja vivir la
vida que nos gustaría, que nos haría felices. Un beso José Luis.
Mark, he aquí el dilema, desgraciadamente o por
suerte, porque la mayoría de los que conozcon no han roto con su realidad por
miedo o porque no han tenido tiempo de planteársela.
Saludos Mark.
Es verdad... quizá ese sería un paso importante para
acercarnos al culmen de la felicidad, pero como la felicidad completa no existe
habremos de conformarnos con vivir estas vidas, aunque haya momentos que no las
sintamos como nuestras.
Besos Aurora
Es verdad que estamos muchos que podríamos compartir
la reflexión que hacesd. La conclusión final, con todos mis respetos, no puedo
compartirla. Creo que obedece a los valores de una sociedad que no tiene otro
molde que el individuo. Estoy seguro que más de la mitad de los habitantes de
la tierra cambiarían su actividad por la tuya cobn los ojos cerrados.Es que lo
queremos todo y eso puedew ser demasiado. Un abrazo
Amigo Antonio , mi reflexión no tiene que ver con mi
suerte, sobre la que sin duda alguna, en los tiempos que corren, y como soplan
los vientos, sería muy egoísta si me quejara de ella. Lo mío va mas de
felicidad... muchos, son los que en la vida se han abierto camino mas como han podido
que como hubiesen querido, y nunca tuvieron la valentía de enmendar su rumbo en
busca de sus sueños. En ese grupo me incluyo. Puede que si lo hubiera hecho no
me hubiera ido tan bien en la vida... o quizá si, nunca lo sabré , porque como
refiero no tuve ni tendré la valentía de hacerlo. Soy afortunado... si... pero
he renunciado a una parte de mi felicidad para serlo, y a diario renuncio a
valores que significan mucho para mi. No puedo evitar preguntarme a veces si
merece la pena.
Saludos Antonio.
zar-linda dijo
He tomado algunas decisiones en mi vida, quizá no muy
acertadas, no sé, pero que iban en contra de todos los convencionalismos,
porque era lo que yo creía que me daría la felicidad. Y también he renunciado a
muchas cosas por esos mismos convencionalismos, ya ves.
Pero creo que en ese aspecto soy valiente y no dudaría en dejarlo todo por algo importante para mí, por ejemplo el amor, aún a riesgo de equivocarme.
La pena es que vivimos en una sociedad, e inevitablemente dependemos en cierto modo unos de otros...
Besos.
Estrella
Pero creo que en ese aspecto soy valiente y no dudaría en dejarlo todo por algo importante para mí, por ejemplo el amor, aún a riesgo de equivocarme.
La pena es que vivimos en una sociedad, e inevitablemente dependemos en cierto modo unos de otros...
Besos.
Estrella
Si, no me cabe duda de que has de ser alguien valiente
Estrella, pero la mayoría no lo somos... preferimos una vida cómoda a una vida
intensa... buscamos más estabilidad que aventuras.
Un beso.
(llevo dos días queriendo responderte pero no había
manera de entrar en el blog).
vahotenue dijo
si te sirve de consuelo, te diré que somos muchos los
que nos debemos a los demás y nunca o casi nunca hacemos lo que queremos, pero
quien dijo que vivir esta vida fuera facil?, te aseguro que tan sólo te tienes
que preguntar, sino hago lo que quiero, a quien me debo? la respuesta es bien
fácil, a tus sueños.
Un saludo JoséLuis y sueña, te aseguro que viviras tu
verdadera vida.
Perdona amigo que haya tardado en contestarte. Pero
has acertado de pleno... siempre nos quedará soñar.
Un abrazo.
Carisdul dijo
Buenas noches, José Luis.
Qué interesante. No sé como se me ha podido pasar este post tan entrañable. Al ir leyendo me ha dado la sensación de verme reflejada en cada una de tus letras, en tus preguntas, tus dudas, creo que es un sentimiento que nos sucede a todas las personas que somos capaces de detenernos a pensar sobre nuestra existencia, sobre nuestras obligaciones y nuestros sueños cumplidos y por cumplir. Muy bueno, si, J L. Tienes esa capacidad de habernos pensar y eso no es fácil.
Te deseo una Feliz Navidad junto a tu familia y seres queridos.
Un abrazo.
María.
Qué interesante. No sé como se me ha podido pasar este post tan entrañable. Al ir leyendo me ha dado la sensación de verme reflejada en cada una de tus letras, en tus preguntas, tus dudas, creo que es un sentimiento que nos sucede a todas las personas que somos capaces de detenernos a pensar sobre nuestra existencia, sobre nuestras obligaciones y nuestros sueños cumplidos y por cumplir. Muy bueno, si, J L. Tienes esa capacidad de habernos pensar y eso no es fácil.
Te deseo una Feliz Navidad junto a tu familia y seres queridos.
Un abrazo.
María.
Carisdul dijo
(Hacernos) pensar, no habernos, jejeje. ¡Ay! mis
prisas.
Felicidades María, ( voy tarde en todas mis respuestas
discúlpame), que lo pases muy feliz junto a los que quieres y los que te
quieren. Si, es verdad que hago pensar demasiado... y creo que eso empieza a
convertirme en uno de esos amigos amigos peñazo con los que a uno termina
dándole miedo platicar, je... je. Procuraré escribir sobre cosas que no
comprometan tanto... que no nos causen a todos, ( a mí el primero), tanta
ansiedad.
Un besote María.
popochan dijo
TROYAAAAAAANO!!
Vive y disfruta!!!
ya te quejarás y dormirás cuando te mueras!!!
Si hay Dios, te quiere ver feliz.
Y si hay diablo, tienes que darle por culo, joder!!!
Firmado por uno que no se rinde ni acosado por 1.350 millones de chinos,
tu Popochán.
Vive y disfruta!!!
ya te quejarás y dormirás cuando te mueras!!!
Si hay Dios, te quiere ver feliz.
Y si hay diablo, tienes que darle por culo, joder!!!
Firmado por uno que no se rinde ni acosado por 1.350 millones de chinos,
tu Popochán.
fernandomaria dijo
Después de leerte, creo que lo mejor es disfrutar de
ese precioso amanecer porque es una pena perderse esas maravillas de la
naturaleza. La vida es muy corta como para preguntarse tantas cosas, aunque a
veces, inevitablemente, surjan ese tipo de preguntas.
Un abrazo, José Luís y feliz año.
Un abrazo, José Luís y feliz año.
Hola Libertad, (que hermosa palabra, no me canso de
decirlo), tienes razón... lo mejor es rendirse y soñar.
Un abrazo y salud para el nuevo año.
Popo... un hurra por el pragmatismo, y otro por el
optimismo... ver tanto chino no te agría el carácter.
un fuerte abrazo mi amigo aventurero.
Hola Fernandomaría... todos coincidimos al final en lo
mismo... no es bueno plantearse la vida demasiado, tomemos lo que ella tenga
bien a darnos, no tratemos de robarle nada.
Un fuerte abrazo, y felíz entrada de año.
Helenacomite, yo me dejo llevar como dices... pero eso
me duele tanto... no sé como explicarlo... siempre me dio miedo cualquier cosa
que me hiciera menos libre.
Es muy difícil cerrar los ojos.
Gracias por tu comentario.
Saludos.
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