domingo, 20 de septiembre de 2015

Sabes… algún día seré mayor como tú. Y miraré esta foto con la melancolía que tú lo haces.
Será la misma escena, pero distinto escenario… Habrán cambiado muchas cosas, estoy seguro.
Para entonces, aún tendré muchos sueños por cumplir, pero a diferencia de ti, muchos ya los habré cumplido.
A pesar de todo. A pesar de este mundo que me dejas… que me dejáis, tú y tus contemporáneos.
Mírame bien la cara… observa mi sonrisa… observa mi mirada, pues bien, para entonces… para cuando sea yo quien mire esta foto, puede que no sonría tanto… puede que mi mirada esté un punto eclipsada por mi pugna con la vida… como consecuencia de de lo mucho que me queda por ver y desearía no estar obligado a ver.
Pero tengo la certeza de que yo mejoraré este mundo.
Cada día, cuando veo entre sueños a mi padre levantarse antes de que salga el sol me doy cuenta que se lo debo.
Hago mía esa responsabilidad. Mi padre… ese hombre que hipotecó todas sus ilusiones en una sola, ganarle mi pan a la vida. Peleando duro cada día. Guardando en ese cajón de los olvidos aquella carrera que antes de concebirme estudió con tanto esfuerzo… dejando pasar cualquier circunstancia que hiciera peligrar mi estabilidad. Lo dejó todo por mí. Se olvidó de que una vez tuvo un futuro, y a menudo pierde consciencia de que tiene una vida por vivir, eclipsado por la mía.
A él le debo hacer un mundo mucho mejor… donde no existan hombres que le roben en el nombre de una democracia, un sindicato, un cargo político o cualquier otra treta que los enriquezcan a pesar de su incompetencia.
Mi padre… ese hombre grande de corazón… que no duda en dejarse avasallar por aquellos que se sienten en disposición de pisotear el Estatuto de los Trabajadores, amparados por un gobierno que se basa en una teoría absurda. Y todo por mí… por salvaguardarme… por protegerme en este mundo que no tenéis arrestos de enderezar.
Yo acabaré con esto… a cualquier precio… yo y todos esos niños, que cada día ven a sus padres recibir sin tregua los palos que le asesta esta sociedad de corruptos… de mangantes… de engreídos.
Tengo fe en que antes o después pondremos las cosas en su sitio… estoy seguro.
Y cuando esto acabe, cuando todo se solucione… dentro de mucho tiempo… miraré esa foto que ayer colgaste con la frustración de pertenecer a una tierra donde todo se va al traste… cuando ya no tengas fuerzas ni de sostener esa pluma con la que escribes, que tan feliz te hizo siempre; y mi padre por fin disfrute de su merecida jubilación, si el destino actúa con la justicia que los dos merecéis, rubricaré orgulloso tus palabras.
De acuerdo que ahora no habla más que la inocencia de un niño… pero ya reivindico mi sitio en el mundo, y esta no es la sociedad que quiero. No me conformo con estos despojos. Nosotros… esa cara que representa la felicidad de quienes aún no entienden vuestro estruendoso fracaso… nosotros, los niños de hoy, que todavía no tenemos conciencia que nuestro legado no será otro que crecer en una tierra infértil… prácticamente yerma, de padres sin ilusiones… con espíritus vacíos, casi vueltos del revés.
Nos negamos a esa herencia… aprenderemos de vuestros errores y erradicaremos esa sumisión… esa tibieza ante todo que acabaron por inculcaros cuatro hijos de perra que bajo la corbata no llevan un corazón, tan sólo un puñado de veneno.
Y ese día, tan sólo ese día, cuando culminemos con éxito la extenuante labor de enderezar todo lo maltrecho de esta España, que pudo brillar como el sol, y que os empeñasteis en soterrar su llama, descansaremos, y a pesar que para entonces puede que nuestras canas ya despunten, conseguiremos recuperar la sonrisa de ese niño… de ese niño de la foto.

dezabaleta dijo
La infancia que vive hoy la crudeza de una crisis debe de saber fortalecerse para tratar de construir un mañana diferente...y es un complicado reto !
Saludos
Mark de Zabaleta
Bellísimo escrito lleno de esperanza y confianza en las generacione futuras.
Un abrazo José Luis.
Carisdul dijo
Hola, José Luis. Me ha encantado este texto, es tierno, un mensaje de esperanza que yo me uno a que se cumpla.
Otra cosa: te mandé las grabaciones del programa y no sé si lo has recibido, ya me dirás.
Un abrazo.
Va a costar trabajo pero estoy seguro que conseguiran que las cosas tomen un mejor camino.
Salud amigo Libertad.
Pero estoy seguro que aprenderan mucho de nuestros errores.
Saludos amigo Mark.
Pues si Aurora... es casi lo único que podemos permitirnos por ahora... tener esperanzas.
Un besote.
Gracias Caris... muchas gracias, pofr este comentario he sabido de ellas.
Es un honor para mi que me incluyas en esta maravillosa radio.
Gracias otra vez y abrazos.
popochan dijo
No lo he podido evitar, he leído tu texto y me he emocionado.
Me he acordado sin remedio de mis hijos adoptivos.
Yo también quiero construir un mundo mejor para ellos, ;Ojalá un día descubran
las fotos que colgué de ellos y lloren pensando lo que pudieron ser
si no hubiéramos tropezado con el gran muro de las costumbres, la Historia y
las leyes de un país grande, pero a veces sólo geográficamente...
Abrazos hasta un país que sí es grande, aunque no muy unido ni libre.
Tu amigo en Asia, Pop.
juande dijo


Hola, buenos días.
No fallaremos.
Saludos!

El pueblo con unidad conseguirá dignidad!
¡Unidos podemos conseguir un futuro mejor para todos! 
~≈~

Supongo que cada país tiene su lacra... sus caciques y los que lo sufren. Supongo que lo único que se puede hacer es no perder la esperanza y arrimar el hombro en lo posible.
Un abrazo Popo.
Todo está demasiado complicado, es cierto, a ver que se puede solucionar.
Saludos Juande.
Preciosos renglones que nos dejas. Ojalá se cumplan los deseos de ese niño que representa a todos los de hoy. Ojalá, también, que lleguen a poseer una vida más racional que la que pueden heredar de no cambiar las cosas.
Nada más grato y más sincero que la risa de un niño.
Un abrazo, José Luís.
Sí Fernando, ojalá se cumplan, porque los niños aún son más víctimas que los mayores, y además no tienen culpa de este pedregal que le estamos dejando por mundo.
Un abrazo.



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