02 May 2010
Entre las pocas cosas que la vida tiene por
costumbre de regalarnos están los buenos amigos.
Cuando uno se siente hundido hasta el cuello, con
la tensión que le provoca el día a día, es sano quedar con ellos, disfrutar de
una buena cena y un par de copas si se tercia. Desengrasar el karma, como
dicen, y hablar de lo cotidiano, con el humor que le arrima esos pocos grados
de alcohol, que uno ingiere, y que tan productivos son a esas horas, ese último
trago es como algo de precepto… de uso obligado, casi medicinal.
Es muy bueno si… pero a veces te suelta la lengua
y te hace ser más tú que nunca… al principio va bien porque tú percepción de la
realidad no te deja que olvides la medida de lo que dices, y sueles estar
correcto aunque alegre. Por ejemplo, si la conversación se tercia por el
lado político, y créanme, siempre se tercia, todavía tiene uno la suficiente
integridad y lucidez para, cuando empieza alguno o algunos de los contertulios
a incomodarse, (porque esos sí, en este país el futbol y la política pesan
mucho, casi nadie entendemos demasiado de ninguna de las dos cosas, pero ambas
cuestiones son capaces de hacernos pasionales y nublarnos el sentido),
desviar la conversación a un campo más lejano, aunque para ello tengas que ir
provocando lentamente la transición. Siempre un recurso al que suelo
acudir es contar chistes de la Vicepresidenta que no entraré en más, pero es
innegable que fea es… y es fea del copón.
Sin embargo otras veces, momentos desgraciados
diría yo, esa copa se nos mete entre las sienes y acude la melancolía a nuestro
recuerdo. Entonces cualquier cosa, por muy insignificante que sea nos hace
saltar la congoja al pecho y se aloja allí, cuando menos toda la noche. Y
créanme, no hay nada que odie más que pasar una noche del sábado acongojado.
Pues esa es mi noche de hoy… una noche de congoja…
una maldita noche de sábado… apenado y melancólico. Es tanto mi pesar que ni
tan siquiera me permite conciliar el sueño, y ya despunta el día.
Esta noche fui a cenar con mi mejor amigo, es un
hombre duro, de esos que se forjan día a día pagando caro el pan que lleva a su
casa. Siempre, desde que le conozco, y de eso hace ya muchos años, no tuvo
titubeos en enfrentar nada, las pocas aventuras que en mi vida merezcan
mención, las viví a su lado, siempre con mi santa y la suya que no es menos
santa que la mía, y que también formaron parte de nuestras aventuras.
Sin embargo esta noche, cuando dábamos nuestro
último sorbo a una cerveza helada, sacó una fotografía de su padre, ya
fallecido.
Nadie se percató, pero en aquel momento recordé
el día de aquella muerte… como se abrazó mi amigo a mí… llorando como un niño…
perdido y derrumbado. Quizá aquella fue la primera noche que mi amigo perdió el
norte… que permitió que la vida le golpeara. Sé, porque me he fijado, que
cuando sale esa foto de su padre se le inundan por un momento los ojos, pero lo
que nadie sabe es que también se inundan los míos.
Soy consciente que escribir todo esto no interesa
a nadie, salvo a él a mí y a nuestras santas, que también forman parte de esta
historia, y también les brillan los ojos con la última copa, pero cuando con el
último trago me da la melancolía, o sigo bebiendo hasta perder el sentido, cosa
que mi hígado no consentiría, o aburro a quien tenga la osadía de leerme
escribiendo sandeces de este estilo.
fernandomaria dijo
Hola, Troyano. Los verdaderos amigos lo comparten
todo, hasta las penas. Por otro lado, qué tendrán esos grados de más de alcohol
que siempre sacan el fútbol y la política a flote. Y, sí, considero también que
la vicepresidenta es fea, muy fea.
Un abrazo, amigo.
Un abrazo, amigo.
-enrique dijo
Vengo desde Popochan para conocer tu blog. Curioso. A
traves de un ¿chino? en ¿China? se encuentran dos malagueños.
Me gusta tu franqueza al escribir y me recuerdas a
alguien que también venía mucho por la Comunidad al que conocía de dos formas:
en persona y aquí. Era amigo del real y del bloguero pero hasta muy tarde no
supe que eran la misma persona. El sí sabia quién era yo así que fué un juego
desigual. Ahora nos vemos más fuera que dentro. Hasta en la foto te pareces. Y
sabe bastante de partos, como yo.
Bueno. Te apunto, Jose Luis. Nos vemos.
Carisdul dijo
Buenas noches, José Luis:
Veo que te has animado. Me gusta.
Veo que te has animado. Me gusta.
Me alegra saber que eres mi paisano pero no sé qué
nink tenías. No te preocupes, lo importante es que has vuelto.
Te sigo, no nos abandones más.
El comentario de Enrique me deja un poco sorprendida. ¿Amigos?...
Besos.
Te sigo, no nos abandones más.
El comentario de Enrique me deja un poco sorprendida. ¿Amigos?...
Besos.
¿ Has visto amigo Fernando lo que hacen las copas y la
amistad? ... que desastre verdad...
Un abrazo.
Bienvenido Enrique... Lo mísmo resulta que acabo
siendo un amigo de esos de fuera... te aseguro que por desgracia, y eso es algo
que quisiera cambiar, mi yo de ahí fuera es muy particular, y no tiene mucho
que ver con el de aquí dentro, es por ello que he preferido desnudarme de mi
anonimato y crear un nuevo blog mostrandome yo mismo... lo consideraba... no
sé... como dar un paso más.
En cuanto el Popo, ese amigo común, es que es un chino
muy guerrero, sin embargo es un caballero, y una vez combatí con él con la
palabra y fue muy enriquecedor para ambos.
Lo dicho... bienvenido y me alegraré siempre de verte
por aquí.
Amiga Carisdul te sigo desde hace mucho tiempo, ( tu
blog me refiero), y en muchas ocasiones has tenidos palabras muy hermosas para
mí... yo era troyano 99, ¿recuerdas?... el que tenía un avatar de una señorita
y una paloma en blanco y negro ( un poco cursi pero entrañable).
Oye... que aunque Enrique diga esos de los partos... yo de partos no sé nada, que yo sólo estuve allí después del parto.
Oye... que aunque Enrique diga esos de los partos... yo de partos no sé nada, que yo sólo estuve allí después del parto.
Un abrazo paisana.
Amigo Libertadveinte... me honra que vengas a verme...
es muy cierto y muy triste que la vida y la muerte tengan tanto que ver.
Lamento esa muerte que te emocionó... pues fue
demasiado temprana para que la merezca nadie.
Un abrazo y salud amigo.
popochan dijo
querido Jose Luís,
Los seres humanos necesitamos explayarnos como tú haces
para poder entender la vida y para poder entendernos a nosotros mismos.
Pero la vida no te regala nada,
las buenas lecciones te las comes con lágrimas.
Y yo creo que el alcohol nunca suaviza el trago.
Nos aferramos demasiado a demasiadas cosas,
y luego, el sufrimiento ya está servido.
Ya que se te da tan bien escribir,
te diré que mis mejores amigos son los libros.
Verás que ellos sí te consuelan,
no necesitan guardarse en una bodega
y además NO PRODUCEN RESACA
Sé feliz este fin de semana y todos los días del año,
brindo por tí . Suerte!
Pop.
Los seres humanos necesitamos explayarnos como tú haces
para poder entender la vida y para poder entendernos a nosotros mismos.
Pero la vida no te regala nada,
las buenas lecciones te las comes con lágrimas.
Y yo creo que el alcohol nunca suaviza el trago.
Nos aferramos demasiado a demasiadas cosas,
y luego, el sufrimiento ya está servido.
Ya que se te da tan bien escribir,
te diré que mis mejores amigos son los libros.
Verás que ellos sí te consuelan,
no necesitan guardarse en una bodega
y además NO PRODUCEN RESACA
Sé feliz este fin de semana y todos los días del año,
brindo por tí . Suerte!
Pop.
Popo ¿ves?... otra cosa que compartimos... los
libros... te entretienen, te acompañan, e incluso a veces pueden llegar a
seducirte. Pero ese calor humano... la amistad... e incluso la pasión... esas,
amigo mío, innegablemente van de la mano de una buena copa... que no quiero
decir con esto que sea imprescindible, pero sí que aderezan el marco facilitando
el desarrollo de estos sentimientos.
De cualquier manera todo esto forma parte del día a día, y no creas, que este que suscribe podría contar con los dedos de una mano y le sobrarían, las veces que se ha emborrachado en su vida, sin embargo, sin defender el alcohol en exceso, debo hacerlo en su justa medida, ya que son muchas las veces que forma parte de ocasiones muy especiales.
Un abrazo Popo.
De cualquier manera todo esto forma parte del día a día, y no creas, que este que suscribe podría contar con los dedos de una mano y le sobrarían, las veces que se ha emborrachado en su vida, sin embargo, sin defender el alcohol en exceso, debo hacerlo en su justa medida, ya que son muchas las veces que forma parte de ocasiones muy especiales.
Un abrazo Popo.
gatita dijo
solo vengo a darte la bienvenida...
ya no ando por estos lares, pero vendre a leerte.
Besos
ya no ando por estos lares, pero vendre a leerte.
Besos
Hola gatita querida... cuanto me alegra saber de ti...
ven a verme siempre que quieras, y si te lo piensas y vuelves hazmelo saber de
inmediato por favor.
Un besote amiga.
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