Cuando llega el otoño, después del tórrido verano que le ha precedido, las
primeras lluvias me provocan cierto desazón en el alma, y para paliarlo, pierdo
mi mirada entre las mil formas caprichosas que dibujan las gotas en los
cristales, y abro mi mente a la que asaltan los recuerdos del pasado.
Hoy es mi adolescencia la que se me presenta como en un sueño de esos que
intentas alargar para disfrutar unos minutos más de él.
Recuerdo las gradas del Colegio Salesiano, donde mi elegida pandilla, unos
pocos de jóvenes que como yo, pensaban erróneamente que la vida siempre
correría bajo nuestros pies, y que bastaba estar allí sentados, compartiendo
una colilla, que por ser tan usada quemaba nuestros labios, y sostener la
mirada a alguna niña, que fascinada por nuestro porte y juventud, se planteaba
el dejar de serlo, sería suficiente para que el mundo nos abriera todas sus
puertas.
Que ilusos éramos... cuando creíamos que nuestra juventud no sería
perecedera... nos imaginábamos únicos... superiores, y en realidad no éramos
otra cosa que héroes de papel.
En ningún momento, por aquel entonces, sospechamos cuanto puede llegar a
doler la vida. Cuánto daño puede hacer.
Aprendimos que ese orgullo de que presumíamos terminó por ser una lacra, y
demasiadas veces nos vimos en la tesitura de ahogarlo o reprimirlo para
mantenernos a flote. Que muchos juramentos son mentira, que no hay nada sin
precio... ni siquiera el amor, y que Dios, si es que existe, a menudo se
muestra cobarde.
Hoy me miro en el reflejo de ese cristal salpicado de lluvia y ya no
reconozco a aquél joven que fui. Tan sólo veo a alguien a quién le sobran
arrugas y le falta pelo, y que cada vez se siente más vacío.
Ahora me doy cuenta que desde entonces hasta ahora he pagado un alto precio
y que aún es mucho el tributo que me queda por saldar.
Por fortuna me queda el recuerdo... el recuerdo de esos héroes de papel.
Carisdul dijo
Yo podía haber escrito esta exaltación a tu niñez y
adolescencia si escribiera tan bien como tú. José L. Llegando este tiempo no sé
por qué, es cuando viene a mí esos recuerdos que tan bonito cuentas, los míos
que son muy parecidos.
No dejes de escribir estas cosas tan memorables, X F.
Un beso.
Un beso.
Un abrazo
PD, Te he dejado un comentario en mi blog.
PD, Te he dejado un comentario en mi blog.
Gracias por tus palabras Carisdul. He leído el
comentario que me dejaste en tu blog. Yo también me pierdo un poco en que esta
pasando y como puedo ayudar, pero mañana visitaré ese blog y protestaré con
vosotros.
Abrazos.
Abrazos.
javierdemurga dijo
He leído este post, y me parece muy bueno, seguiré
leyendo tus artículos los anteriores. Gracias por añadirme a tus contactos.
Un cordial saludo.
Xabier.
Xabier.
Gracias Javier por tu visita y tu comentario,
bienvenido.
Ya nos veremos por este medio.
Saludos.
zar-linda dijo
No somos más que caminantes, José Luis,
y en un camino que está plagado de trampas
a las que nos tenemos que enfrentar como buenamente podemos.
Piedras que sortear, unas son las propias del camino,
otras las que nos van poniendo,
y otras las que por nuestra propia inseguridad o ineficacia
o cualquier otra cosa,
nos vamos poniendo nosotros mismos.
Pero como dices, nos queda el recuerdo
de aquellos tiempos, cuando el camino,
solo parecía un camino de rosas,
sin saber todavía que los rosales
tienen muchas más espinas que rosas...
Besos
Estrella
y en un camino que está plagado de trampas
a las que nos tenemos que enfrentar como buenamente podemos.
Piedras que sortear, unas son las propias del camino,
otras las que nos van poniendo,
y otras las que por nuestra propia inseguridad o ineficacia
o cualquier otra cosa,
nos vamos poniendo nosotros mismos.
Pero como dices, nos queda el recuerdo
de aquellos tiempos, cuando el camino,
solo parecía un camino de rosas,
sin saber todavía que los rosales
tienen muchas más espinas que rosas...
Besos
Estrella
dezabaleta dijo
Como decía Schopenhauer "Los primeros cuarenta años
de vida nos dan el texto; los treinta siguientes, el comentario".
Tiempo al tiempo !
Saludos
Mark de Zabaleta
Mark de Zabaleta
Hermoso lo que dices Estrella, y tan cierto como la
vida mísma.
Un abrazo.
Buenas noches Libertad.
Tus palabras siempre son reconfortantes... gracias.
Salud y abrazos amigo.
Mark, es duro pero muy cierto.
Saludos.
fernandomaria dijo
El paso de los años, el paso irremediable del tiempo a
veces nos hace recordar lo que fuimos.
Ya no somos aquellos héroes de papel que mencionas, también tenemos más arrugas, pero añadiría que el tiempo lo que nos fue dando es experiencia.
Me gusta el escrito y a menudo también pienso en aquel héroe de antaño que hace tiempo dejó de serlo.
Un abrazo, José Luís.
Ya no somos aquellos héroes de papel que mencionas, también tenemos más arrugas, pero añadiría que el tiempo lo que nos fue dando es experiencia.
Me gusta el escrito y a menudo también pienso en aquel héroe de antaño que hace tiempo dejó de serlo.
Un abrazo, José Luís.
Bien cierto es Fernando. El tiempo nos roba muchas
cosas, pero por fortuna aporta alguna otra.
Un abrazo amigo.
Pues nos veremos por aquí, José Luis, me guardo el enlace.
ResponderEliminarHe visto que en este post tienes un comentario mío, (Zarlinda) Yo tengo todos los comentarios guardados porque los copié en un disco externo, pero tú ¿los tenías guardados o te lo has facilitado el País?
Un beso.
En realidad los guardé como pude antes de que lo tiraran todo abajo... jaja; y poquito a poco, muy a ratos lo voy colocando aquí.
ResponderEliminarYa nos vemos. Un beso.